
Pues bien, después de esta definición, os presento al animal que esta tarde después de 95 km de dura (105km totales con dos puertos) bici ha salido de la nada y se me ha tirado. Sí, yo también creía que eran asustadizos, pero ya veis habrá visto carne donde morder. He intentado tirarle agua con el bidón con tan mala suerte que se me ha cruzado el manillar y he dado con mis huesos, y mi cabeza sobre el asfalto. Lo de menos son los rasguños tanto míos como de la bici. Meto esta entrada para pediros por favor que siempre os pongais el casco porque aunque incómodo y caluroso, salva de algún que otro susto.
Al final, 4 horas de bici con Javi y con un sol de justicia. Las piernas muy calentitas también, todavía no me he recuperado del todo de Ronda.
Fuerza y valor.
