martes, 2 de agosto de 2011

CRONICA DE LA RM-400KM

Era demasiado pronto como para tener sueño. Suena el despertador a las 3:15 horas de un sábado que puede ser maravilloso, desayuno y me equipo dispuesto para salir. En la puerta, Jose, Javi, Carmen y Elena preparan el coche con las dos bicis, la nevera, etc. entre ilusionados y expectantes. Miro sus caras y veo seguridad, lo que me hace creer que se puede. A eso de las 4:00 los abrazo uno por uno y en silencio nos deseamos suerte, ¡va a ser un gran día!. Luces en la bici, el frontal en el casco y a rodar. Salimos de Los Alcázares cruzándonos con quienes todavía estaban de fiesta que incrédulos me miran, y nos dirigimos a San Javier para tomar el desvío que nos separará por el carril bici que lleva a Sucina. Por esta zona circulo sólo, viéndo al coche parado en la autovía que transcurre paralela al carril por donde voy. Es una noche tranquila, sin viento, silenciosa, respetuosa conmigo y con la única compañía de los conejos que asustados se cruzan por mi camino corriendo despavoridos. Pienso y pienso, y doy las gracias por esta sensación de paz que me acompaña. ¡Habrá que regular mucho! me digo para no lanzarme, y con buen ritmo y sin gastar me acerco a Sucina. Al llegar a este pueblo, me equivoco de salida y veo que no voy en buena dirección cuando llego al pie del Cabezo de la Plata por La Peraleja. Vuelta y ahora sí, dirección a Santomera donde al fin veo al coche que habia perdido de vista hacía un buen rato. Como y bebo sin parar, y tomamos dirección al Raal por una de las zonas más complicadas que había a priori, que sin embargo no fue tal. De forma tranquila y en un par de horas, hemos llegado a Santomera, tomando la salida de Abanilla que recordaba como subida tendida. Así es, una ligera subida nos lleva a esta localidad que dejamos para continuar subiendo hasta Pinoso, ya en Alicante. Pinoso en fiestas y nosotros en el km 100, decidimos parar a desayunar algo rápido puesto que los amigos del Club triatlón Arabí de Yecla, encabezados por Paco, nos esperan para continuar. Con la compañía se incrementa el ritmo que pasa ahora sí, los 32 km/h de media para llegar a Yecla y seguir hasta la nacional que nos habrá de llevar hasta Jumilla. De este primer acompañamiento destaco su bondad y lo agradable que me lo hicieron pasar durante los 30-40 km que hicimos juntos (¡gracias familia!). Aquí aparece el primer de los tres incidentes mentales que sufrimos, y es que es una carretera nacional de mucho tráfico pesado, donde los camiones y los coches pasan a más de 90 km/h muy pero que muy pegados a mí. ¡Hay que ser inconsciente!. Menos mal que la carretera pica para abajo y el trayecto se pasa pronto hasta cojer el desvío Calasparra/Venta del Olivo. Aquí veo a mi hermano Javi que ya se había equipado y haría los próximos kilómetros a mi lado. Entre charla y silencio van pasando los minutos y nos acercamos a mi particular MURO. A pocos kilómetros de Calasparra la carretera se torna en unos toboganes donde se asciende de forma continuada y se desciende muy poco (apenas para tomar aire). Esto es así durante casi 30 km y la verdad es que se hizo muy duro psicológicamente porque apenas llevábamos la mitad del trayecto y entre el calor y la carretera la cosa se iba poniendo fea. Mi pedaleo comienza a ser pesado y mi cara se torna seria (concentrada), y desde el coche Elena, Carmen y Jose no paran de darnos los ánimos que evitan que paremos antes. Con pocas fuerzas llegamos a Caravaca y decidimos parar una hora para comer, ponerme hielo en la planta de los pies y en la rodilla que ha comenzado a dolerme. La parada me sienta genial y continúo con la compañía de Javi dirección a Lorca. Son 60 km que nos han dicho que son picando para abajo..... Los C*******S. Más toboganes con fuertes repechos y con un viento fuerte de cara que no nos dejaba pasar de los 15 km/h bajando. A mitad de este camino llega lo que yo llamaré mi bocanada de oxígeno o mis piernas nuevas. Desde el principio dije que el reto sería poder llegar hasta Lorca porque de ahí al final todo sería fortaleza mental y de eso tenía de sobra. Pues bien, hacia el km 275 más o menos se nos une Ramón García que desde un principio demostró un gran corazón y una ilusión enorme por el proyecto RM-400km, y juntos los tres llegamos hasta Lorca. Pasamos a escasos 700 metros del epicentro del seísmo que devastó esta localidad y todos sentimos lo grave que ha sido para esta gente el terremoto. Veo niños sacando escombros, mujeres limpiando, edificios gravemente agrietados. ¡Que caprichoso es el destino!. En fín, continuamos la marcha y Javi se monta en el coche después de 120 km a mi lado. Ha sido un grandísimo apoyo tenerlo cerca en el peor momento de la jornada. Junto a Ramón continúan los kilómetros a un buen ritmo entre risas e historias, entre proyectos y futuro, entre ASTRAPACE y ADICA. Aprendo mucho de un tipo humilde y trabajador que ama el triatlón y con el que comparto gran parte de la filosofía que ha de mover al deporte más allá de la competición pura. Su compañía llega hasta pasada Totana donde paramos en el último avituallamiento y nos despedimos esperando volver a vernos pronto, para continuar la marcha camino a casa. Bien, más o menos este puede ser el resumen de la jornada porque a partir de aquí (km 315) llegó el momento de pensar en que podía ser. Pedaleo en solitario hasta El Paretón-Fuente Alamo y aquí mi hermano Jose ya me espera motando en su bici con el que pedaleamo hasta El Jimenado donde se suma Javi. ¡Genial! Esta sensación no me la voy a quitar de la cabeza en mucho tiempo. Yo, y mis hermanos rodando mientras desde el coche escuchamos gritos de ánimo constante. El trayecto hasta Los Alcázares lo hacemos rodándo rápido para evitar que llegue la noche y vaya que si lo conseguimos. 16 horas y 47 minutos más tarde (14:47:00 de pedaleo efectivo) entramos en casa entre emocionados y satisfechos camino al Ayuntamiento donde una última sorpresa nos aguarda. Una comitiva encabezada por nuestra madre, nuestra abuela, familia, gente de ASTRAPACE, el concejal de deportes, etc., nos espera para darnos la bienvenida. Todo ha sido posible. Hemos podido hacer los 400 km. El sueño se ha cumplido. Hemos podido pasear el nombre de ASTRAPACE por toda la Región demostrando valores como el trabajo en equipo, ilusión, esfuerzo, sacrificio, amor por los demás. ¡Gracias a todos los que habéis contribuido con esta iniciativa!


Fuerza y valor.

2 comentarios:

  1. Muy bueno tio, como me alegro. Enhorabuena¡ Hay k seguir luchando para dar a conocer estos deportes tan duros y espectaculares. La proxima Vuelta a Alicante y Murcia. Un Abrazo

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  2. Gracias a tí también porque parte de la idea partió de tí. ¿Vuelta a Alicante-Murcia? Gran idea. En 2.011 puede ser una realidad.

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