Es difícil pensar en una prueba más completa que la Yeti. Es más, es la prueba más bonita que jamás hice. ¿Crónica? No sería muy interesante. Esta prueba conjuga perfectamente dureza y belleza en un marco perfecto para hacer deporte durante dos días en el Parque Natural de Sierra Espuña. Son 44 km muy bien pensados con tres grandes subidas donde la 2ª sea quizá la menos intensa, y en la que sendas de ensueño amortiguan los pasos de ávidos corredores. La primera comienza pronto y deja a los pies bosques y neblinas, mientras que a la cabeza muestra hileras de cuerpos a lo largo del recorrido ascendente que nos lleva a ver al auténtico Yeti. Un descenso entre técnico y largo nos lleva a los pies de la segunda de las ascensiones por zonas en las que se presupone que no pasa mucha gente a lo largo del año. Bonitas vistas, poco ruido y mucha naturaleza dan para pasear con calma a ritmo de carrera. Otro descenso/llaneo nos lleva a los pies de La Venta de la Perdiz, donde algunos han abandonado y otros todavía no sabemos qué nos depara "el futuro". La subida es imposible, larga, fea, dura, muy dura. Serán SIETE kilómetros de ascensión con 30 km en las piernas que no hacen imaginar, lo que hay allí arriba. Estas cuestas albergan pájaras, tirones, vómitos, angustias, mareos y alguna que otra caída por falta de fuerzas. En la cima de este primer tirón, un llaneo entre piedras sueltas no ayuda a recuperar mucho ni física ni mentalmente. Las paredes de Leiva nos esperan, imponentes y preciosas, diciéndonos que la naturaleza ha hecho su trabajo. Está bien, pero no por lo que alberga sino por lo que nos va a dejar ver. La senda de los caracoles. Una fortaleza de piedra grandiosa hace que quienes todavía no habían sacado móviles y cámaras, lo hagan por primera vez para dejar constancia de dónde se está. Una subida en zig-zag nos lleva hasta un liviano llaneo que nos conducirá hasta el Morrón Chico y el Morrón Blanco. Las dos últimas subidas se hacen con lo que queda (si queda algo) y en un largo descenso un tanto técnico al final, se llega hasta el coqueto pueblo del Berro. En total 44 km de un bellísimo recorrido.
Foto 1. Ultima bajada por la rambla
Foto 2. Javi en la Rambla. Buena carrera pero demasiado lejos de lo que es capaz
Al día siguiente, otro gran recorrido esperaba con sus 35 km de MTB donde muchos ciclistas esperaban en la línea de salida/meta. Salvo el último km, el resto de recorrido es poco técnico y muy bonito. Al igual que la maratón, el circuito está muy pensado y hace las delicias de quienes tenemos la oportunidad de hacer la prueba.
Ha sido un fin de semana de ensueño, flanqueado por muy buena gente. Acompañado de grandes amigos como Javi, Victor, Yiki, Solano, Fran, Miguel y Mauricio, he tenido la posibilidad de disfrutar dentro y fuera de las pruebas organizadas. Sin lugar a duda, el año que viene y los sucesivos, estaré en El Berro para formar parte del mejor recorrido deportivo que la naturaleza nos puede brindar. Gracias a los organizadores y enhorabuena por el esfuerzo.
Fuerza y valor.
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