Hace tiempo que mirándote cara a cara te prometí que siempre seríamos uno y me di cuenta que la vida sin ti no tiene sentido. Me dije que cada mañana me despertaría con la ilusión de ser mejor persona a tu lado, que me ayudarías en mis obligaciones diarias. Sé que habrá momentos duros, y será en esos momentos cuando más fuerte me haré, pensando que tú estás ahí. Cuando siento desfallecer te observo y comprendo que estoy de paso, que esta vida tenemos que aprovecharla por momentos. Quiero conocer a gente junto a ti, saber que compartimos una misma filosofía de vida, que aceptamos en lo que nos hemos convertido. Quiero vivirte cada momento y que el día de mañana, cuando hagamos balance del camino recorrido, sintamos la satisfacción de haber elegido el nuestro. Seremos auténticos en la medida en que nadie nos convenza para rechazar nuestros sueños. Porque somos un sueño, y como tal, pasamos efímeros en el tapiz de la vida.
Ya está. Hoy he realizado el pago para Guadalajara y Granada. Hasta ahora siempre he competido para disfrutar pruebas con la única idea de acabarlas de forma digna. Mi hermano me decía (cosa que me toca mucho la moral) que no toleraba el sufrimiento. El sufrimiento en el deporte no lo considero positivo a la hora de disfrutar, no obstante, estas tres pruebas quiero hacerlas con un mayor grado de exigencia. Aquí os cuelgo el recorrido de la subida al pico Veleta.
Fuerza y valor.
Fuerza y valor.
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